Mucho se lleva hablando, especulando e investigando acerca de la píldora anticonceptiva masculina.
Ello es debido a que los métodos anticonceptivos actuales a base de esteroides para los hombres han adolecido de muchos efectos adversos, incluyendo variabilidad étnica en la eficacia así como riesgo de enfermedades cardiovasculares y de hiperplasia benigna de próstata. Otro efecto secundario de estos anticonceptivos hormonales suele ser la disminución de la líbido y también alteraciones de la visión ocular.
Pues bien un equipo del Centro Médico de la Universidad de Columbia asegura estar a un paso de desarrollar una píldora anticonceptiva masculina que consistiría en un fármaco sin esteroides, hasta ahora las pruebas realizadas para su validación son muy alentadoras.
En las primeras investigaciones se descubrió que manipulando la vía de señalización de ciertos receptores era posible interferir en el proceso de espermatogénesis, el cual conduce a la producción de espermatozoides. Esto llevó a la fabricación del citado fármaco comprobándose en ratones que dosis pequeñas de éste detenían la producción de espermatozoides sin efectos secundarios aparentes, encontrándose además que concluida la administración del fármaco se recupera la fertilidad normal, algo muy importante en cualquier anticonceptivo.
Posteriormente un grupo de científicos de la Universidad de Edimburgo en Escocia, perfeccionaron y testaron la efectividad de este nuevo método de planificación familiar realizando los primeros ensayos clínicos, estos dieron un resultado cien por cien satisfactorios no encontrándose efectos secundarios para el hombre.
Este anticonceptivo estaba empezando a ser desarrollado por la empresa alemana-holandesa Organon y ha sido testado en Escocia, China, Suráfrica y Nigeria. Los primeros estudios en finalizar fueran los de Escocia y Shanghai obteniéndose un resultados óptimos.
El anticonceptivo trabaja introduciendo un gen que detiene la producción de esperma, el cual está implicado en la síntesis de un receptor celular que controla la inyección de esperma en el semen en el punto clave de la eyaculación. Estos receptores que se encuentran en los vasos deferentes, se pueden eliminar mediante la administración de genes, de manera que los vasos deferentes no podrían contraerse y dejarían de liberar esperma, por lo que el semen eyaculado sería estéril.
Los investigadores creen que la píldora podría estar en el mercado en menos de cinco años aunque noticias recientes apuntan a que tanto la farmacéutica Schering berlinesa como la alemana-holandesa Organon (no he podido verificar si es holandesa o alemana), las dos que estaban estudiando empíricamente la píldora actualmente han dejado las investigaciones a pesar de que no hay ninguna razón médica para que no pueda salir al mercado. En el caso de Schering la razón aducida ha sido que la píldora que no funcionaria debido a la sensibilidad de la psique masculina pero es muy sospechoso que la cancelación se haya producido tras la fusión de esta farmacéutica con Bayer que prefiere seguir apostando por la anticoncepción femenina.
Otros dos descubrimientos accidentales que están en fase de desarrollo son un medicamento para la presión arterial y una medicación antipsicótica que impide la eyaculación durante el orgasmo.
Se está estudiando también el efecto de combinar hormonas femeninas y masculinas para interferir con la capacidad de los espermatozoides para iniciar el embarazo, pero hay preguntas pendientes acerca de los efectos a largo plazo de la supresión de la testosterona en los hombres.
En cualquier caso aunque se han hecho avances muy significativos en este terreno, las noticias que van llegando siguen siendo contradictorias y no parece que por lo menos en el corto plazo la píldora anticonceptiva masculina vaya a llegar a comercializarse o ¿quizás sí?.
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