Antes de empezar a desarrollar el título de la entrada no me queda más remedio que pedir disculpas por el pésimo estilo literario si es que existe algún estilo literario en lo que expondré a continuación, no he escrito en mi vida nada relacionado con la literatura y las letras, salvo un poesía infantil bastante pésima diría yo y la profesora que me la puntuó, empecé a enredarme con las ciencias muy pronto y esto se nota en mi expresión cultural. Pero no he querido dejar en el olvido la inspiración de una noche de insomnio en la que se me ocurrió plasmar en papel lo que iba pasando en mi cabeza a velocidad de vértigo y este es el resultado:
Ella quería hacer música, quería danzar,
quería conocer los astros
y las profundidades del mar.
Los clásicos europeos
la hacían soñar,
eran el viento, la montaña,
la lluvia, el agua y el mar.
Su ser con ellos se enraizaba
y eso la impulsaba a mejorar.
Con ellos también descubrió
la diferencia entre represión,
democracia y libertad.
Todo ello a muy temprana edad,
por lo que fue el motor
que la impulsó
a luchar y no aguantar sin más.
A luchar por las injusticias,
por lo ético y por lo racional,
y su pequeño mundo así
empezó a funcionar.
Era difícil desde la verdad,
pero experimentando desde
la unión y el entendimiento
lo llegó a lograr.
Las ayudas eran muchas
profesores, familia,amigos,
hasta héroes desconocidos
que ansiaban la paz.
Pero llegó el momento de dar el gran salto
y escalar en la sociedad,
aquella niña rebelde y cabezota
llegó a licenciarse en la universidad.
Notando que llegaba el momento,
de responder y no solo preguntar,
¿y si no era solo en los estudios?
¿y si era también en lo social?
¿y si era la naturaleza?
¿y si era la paz?.
El contrapunto también se hacia notar,
¿Y si llegaba a la cima?
¿y si le daba por hablar?
peor aún,
¿y si otros de la cima la querían escuchar?.
Las chinitas se convirtieron en piedras,
y las piedras
en muros que escalar.
No importaba
era joven
y de alguna manera
se podría solventar.
La profesión se convirtió en lo de menos
lo importante
era conseguir vivir bien y en paz.
Pero llegó la guerra
y no solo la de Iraq,
la peor de todas
la social.
Y aquella joven
que no soportaba la injusticia
ni la falta de verdad
se empezó a enredar.
Ya no existían las preguntas
no se podían responder,
reinaban el autoritarismo
y la desfachatez.
El miedo,
la furia,
la codicia,
la empezaron a rodear por doquier.
Desgracias, enfermedades,
muertes y fatalidades,
no se podía escapar,
había que esperar y luchar.
La joven se hizo adulta
y un error médico
la enfermó de gravedad,
no importaba, no dejaría de luchar.
Lucharía a su manera
y sin dejarse manipular
mientras soñaba con el campo,
la danza, la música,su amor y la paz.
¿Disfrutar de su gente?,
¿disfrutar de su tiempo?,
no habría tiempo ya
sin dejarse llevar.
Esa persona sí existe
se que vive y vivirá
de la manera más justa
y sin dejar de soñar.
Puede que sea inmortal,
también puede
que haya vivido plenamente
tanto la libertad como la soledad.
De lo que no cabe ninguna duda
es que su alma inmortal,
seguirá luchando por la justicia
las cosas bien hechas
y la verdad.
No es fácil, hay que luchar y pelear constantemente, dentro de los límites, sin pasarse, porque la recompensa es grande, la recompensa es VIVIR, no siempre con mayúsculas pero si que siempre la respuesta es vivir.
Hoy husmeando en las redes he leído una cita de Sigmund Freud, alguien que sí sabía escribir bien y decía cosas como:
"He sido un hombre afortunado en la vida nada me fue fácil"
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